miércoles, 2 de noviembre de 2011

De pasiones y rutinas

El cuerpo vive de los insumos que como alimentos ingerimos, o en palabras más elegantes, "degustamos"… El alma, por su parte, vive de aquellas cosas y actividades que nos satisfacen; no por lo que materialmente representan, sino por el cúmulo de emociones que pueden generan a nuestro interior. Disfrutar de una actividad que llene ése interior, y que no tenga ningún otro tipo de remuneración que el desarrollo de la misma actividad, es a lo que yo le llamo PASIÓN.

La pasión, en su forma más comercial, la vemos cada miércoles, sábado y domingo, durante las jornadas de partidos de futbol; en donde INEXPLICABLEMENTE, las personas se reúnen al rededor de la televisión a DISFRUTAR de un partido de SOCCER.

Los 90 minutos que dura un partido de futbol, con la camiseta puesta de tu equipo favorito, pueden ser suficientes para llenar el resto de la semana de comentarios y competencias verbales, entre alguien que -como tú- disfruta con la misma intensidad del equipo al otro lado de la cancha.

Esa intensidad se replica en aquellos que llevan su pasión al "terreno de juego", y con sus amigos o rivales, "cascarean" de cuando en cuando para VIVIR con PASIÓN, el arte del juego...
Controles TAGS:
Esta pequeña manera de ejemplificar (de manera que cualquier persona pueda entender el significado de un corazón apasionado) sirve de plataforma para expresar, en forma homóloga, la enorme similitud que YO siento al sentarme en el sillón, tomar un control y disfrutar de un videojuego...

Sin embargo... En un mundo agitado, formado de días marcados por tiempos y movimientos, de horarios de entrada y de salida, de fechas de corte, y de compromisos adquiridos; la pasión es algo que -aturdida- cae a un segundo plano de nuestra cotidianeidad.

Incluso, he llegado a pensar -con horror- que como consecuencia de la mecánica diaria, existan personas que quizás no conozcan en forma propia la definición de la palabra "pasión". Que, envueltas en la rutina, no desempeñen actividades que los hagan levantar esas sonrisas que no se expresan a través de los labios, sino a través del profundo brillar de los ojos...

Ser videojugador resulta difícil en nuestro mundo diario, que por un lado, está lleno de prejuicios vanos y desinformados adjetivos. Y, por el otro lado, está lleno de actividades que a la rutina le dan forma, pero no fondo.

Así, en mi caso, la pasión de ser videojugador, se bebe a cuenta gotas, como si se tratara de un suero de hospital, que lejos de darnos vida, parece más bien no dejarnos morir.

Jugar dos horas a la semana en una industria en donde los videojuegos exigen cada vez más de un jugador, y los jugadores tenemos menos oportunidades de entregarnos, es prácticamente nada. Es, a veces, la medicina que te quita el malestar del tedio de la rutina; pero, de ninguna manera, logra combatir la asfixia de un contaminado estilo de vida.

Hoy, debido a esto, me siento como un árbol que se seca, desde sus adentros, por la falta del agua que lo alimenta. Donde la frondosa forma inerte del exterior no permite ver más allá de la corteza firme y del follaje verdoso; aún cuando el corazón de la madera comienza a perder el brillo natural que generosamente nos da la vida.
Deku Tree moribundo TAGS:
La razón por la que comparto en esta ocasión este humilde sentir con ustedes, es principalmente, porque estoy seguro de que allá, del otro lado del monitor, debe haber un videojugador que de alguna u otra forma, se encuentra en una situación SIMILAR a la mía, en mayor o menor medida...

Saludos a todos...

No hay comentarios. :

Publicar un comentario