domingo, 29 de diciembre de 2013

Juegos Físicos vs Digitales - Parte 3


El punto de quiebre, entre la compra de un juego físico y uno digital no reside ni en el desarrollador, ni en el consumidor, como todos pensamos. El punto de quiebre entre la decisión de comprar un juego físico y descargarlo de la tienda electrónica va dirctamente a las tiendas de retail que se mantienen de la venta de juegos a los videojugadores finales.
Así, debemos de considerar que cada vez que compramos un juego de descarga, una tienda en el mundo deja de vender un título físico. Por lo que, con ello, los negocios pierden puntualmente la capacidad de generar empleos, y cumplir con sus obligaciones en materia fiscal y laboral (Sí, aunque suene muy exagerado).

Este fue, en su momento, parte de mi dilema entre aceptar comprar un juego en tienda, o descargarlo de la tienda en línea. Finalmente, como lo expliqué en mi publicación anterior, los juegos digitales tienen mucha mayor trascendencia que la de ver las cajas colocadas en la repisa de nuestros centros de entretenimiento en nuestros cuartos.

Encontrar el equilibrio entre una cosa y la otra parecería materia obscura entre economía y tecnología, pero no es así. En mi hipotético mundo perfecto, lo ideal sería ir a la tienda de retail, comprar un título, y en lugar de encontrar un disco con el juego, encontraríamos un código de descarga. Claro, los costos de producción, distribución, importación y demás, no se verían mermados en ninguna manera.

Entonces pues, el equilibrio que propongo, mezcla un poco de lo mejor de las dos fórmulas. En primera instancia, no dejaré de hacer ninguna de las dos cosas. Ni dejaré de comprar en retail, ni seguiré comprando productos físicos (creo que ya saben por dónde va el punto a seguir). Puedes ir tranquilamente a la tienda de videojuegos más cercana a tu casa, o en un paseo de domingo, o simplemente darte el gusto de curiosear en tu tienda favorita y en vez de comprar un juego, lo que compraremos será una tarjeta de dinero electrónico.

Al comprar una tarjeta de puntos (dinero electrónico), cubrimos ambos aspecto de la compra. Cubrimos, de primera mano, en generar una venta para la tienda, la cual no perderá la capacidad de tener revolvencia en sus ventas. Mientras, por la otra parte, podremos llegar a nuestras casas a redimir nuestro dinero electrónico en el título que deseamos.

Como siempre, la diferencia radicará en los valores agregados que tengan cada uno de nuestros proveedores. Si tenemos una rebaja de precios en la tienda en línea, o si tenemos algún artículo “de colección”, en la tienda retail, seguro afectará en nuestra decisión de compra.

Al final del día, la elección sobre si el físico es mejor que el digital, depende de cada uno de nosotros. Y seguramente, cada quién tendrá sus motivos para elegir la mejor compra.

Saludos a todos.

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