Es por ello, que quise aprovechar esta oportunidad en esta pequeña página electrónica y “virtual”, para darles las gracias de todo corazón. Quiero que sepan también que este día, me estoy dando la oportunidad y el tiempo de detenerme a recordar a cada uno de los que seguramente están leyendo estas líneas:
- Los que jugaban conmigo en las calles de la Tampiquera, en el remolque afuera de mi casa, y de vez en cuando adentro de alguna otra,
- Los que fueron mis compañeros en la Laubscher, y que ensayábamos juntos nuestro taquillero éxito de la Lente Maravillosa,
- Los que portaban el uniforme Verde Militar adscritos al “E”, mejor conocidos como la “Real Academia Pochotera”
- Los que comían empanadas gigantes después de una tarde en la alberca y por la noche tomaban pose de batalla y gritaban ¡Un brooooooooooood!
- Los que tomamos las clases de Meléndez, de Coello, Peralta y “filosofía” con Martín,
- Los germanófilos maestros del pincel seco, el aerógrafo y el “scratch”, amigos del Niedriger-Fliger.
- Los que nos sentábamos atrás de la concha, en nuestras horas libres, y que pasamos juntos un “Millatón” desde las 7 de la mañana hasta las 10 de la noche con tal de pasar un materia hundida en extraordinario,
- Los electrónicos del Tecno, que sin ser ni mi generación ni mi carrera, pude ver pasar días completos sin dormir sacando adelante un proyecto.
- Los que me recibieron en la oficina donde hoy trabajo,
- Los que conforman la creciente comunidad NSM Veracruz, que vamos construyendo día a día.
A todos los que de alguna forma u otra hemos cruzado senderos en nuestros caminos, les doy las gracias.
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