sábado, 14 de abril de 2012

Vodeojuegos: Entretenimiento Electrónico Interactivo

Algunas entradas atrás, comentaba respecto de los estereotipos que se han arraigado al rededor de la industria de los videojuegos. En esta ocasión, me gustaría que comentáramos de un tema bastante similar en su forma; pero muy diferente en su fondo: el concepto.

Pensemos en la palabra que le da sentido a nuestra industria... “videojugos” o igualmente “juegos de video”, ambos términos obligan a la persona que lee o escucha al respecto a entender, casi en forma automática, que el tema de la conversación, o de la publicación, se trata de eso... “juegos”.

Pasados tantos años en la industria nos hemos topado mil y una veces con aquella paradoja de tener la opción de decidir -por convicción- si los videojuegos son arte, o simple y sencillamente no lo son. Las ideas han fluido en ambos sentidos, por un lado los que aprueban rotundamente la calidad artística de la industria, y por otro lado los que sin lugar a dudas consideran que no hay motivación suficiente para darle características artísticas a un título de juego de video. Existe una pequeña minoría que se abstiene, por un completo desinterés, de opinar al respecto; esta minoría, seguramente no han tenido la oportunidad o el deseo de desarrollar una historia en una consola que les aporte lo suficiente, para poder siquiera considerar alguna de los dos opciones.

Ahora bien, no es mi intención dar tendencia -en esta ocasión- a la controversia de las propiedades artísticas de los videojuegos. En esta oportunidad, lo que quiero poner sobre la mesa, es exactamente lo opuesto... quiero que consideremos la remota y bastante aislada posibilidad de “quitarle” la conceptualidad de “juegos” a los videojuegos.

Decir que los videojuegos ya no son juegos...

Y con ello, les quiero comentar la situación que me llevó a publicar esta entrada:

Hace unas noches, en la boda de una amiga de esas cercanas pero que a veces no tenemos la oportunidad de ver con frecuencia, nos sentamos en la mesa nueve personas, de esas nueve, tres nos pusimos a platicar de la temporalidad y continuidad de Starcraft, desde su lanzamiento original, hasta su ya anunciada expansión “Heart of the Swarm”. Platicamos varias horas, exploramos algunos puntos de vista, algunas situaciones cándidas, y muchas experiencias individuales. Al lado de nosotros, se encontraban dos señoras que, con mucha frecuencia, volteaban a vernos con una mirada de curiosidad por la conversación. Lógicamente, no tenían idea de lo que estábamos platicando.

En algún punto de la reunión, me di cuenta de esta situación, y por un momento tuve la maliciosa intención de preguntarle... “Señora, ¿Usted ha jugado Starcraft II?. Evidentemente no lo hice, más que nada, por no faltarle el respeto a la señora, y principalmente, por no poner en evidencia su incompetencia en la materia.

Esta situación, me dio las condiciones para pensar que hablamos de la historia de Starcraft, como quien habla de la historia de una película o de un libro. Claro, de haber sido una película o un libro, no habría tenido inconveniente en preguntarle a la señora, ¿usted ya vio esa película? O ¿Usted ya leyó ese libro? Y es ahí donde viene la parte sustancial de esta publicación...

La industria de los videojuegos a nivel mundial ha evolucionado muchísimo, dándonos cada vez títulos más completos, e historias más entrañables, dignas ya en ocasiones previas, de llevarlas a la pantalla grande, como los filmes de Resident Evil, Tomb Raider, o Silent Hill. O, hacia el otro sentido, se han escrito una muy buena cantidad novelas cortas, basadas, por ejemplo, en las franquicias de Blizzard (Diablo, Starcraft, etc).

El mundo de los videojuegos, se ha convertido en verdadero entretenimiento y, sin darnos cuenta, se ha envuelto en un aspecto que nosotros mismos pasamos por alto; se ha vuelto una industria cultural.

Muchos libros son leídos por entretenimiento, más otros tantos son necesarios como parte de la cultura general; lo mismo pasa con las películas en el cine; la gran mayoría son de entretenimiento, más no quiere decir que no tengan su sentido y tendencia cultural.

Los videojuegos, van en ese camino, lo tomemos en cuenta o no. Pasarán los años, y los jóvenes que hoy leemos estas letras, el día de mañana seremos madres y padres de familia, y en ocasiones hablaremos de videojuegos de la misma forma que hoy hablamos de publicaciones o filmes; se volverán cultura general.

Sin embargo, me gustaría que dejáramos claro el punto de esta entrada. Me gustaría que lo lleváramos como la meditación de esta semana; y por su puesto, que compartamos lo que resulte de nuestras ideas y opiniones... ¿Debemos seguir llamándole “juegos” a los títulos que nos entrega la industria?, ¿Los videojuegos... siguen siendo juegos?, ¿Es conveniente que mantengamos EL CONCEPTO de “juegos” al resultado de una industria que ya no se ajusta al sentido etimológico del término?

Yo pienso que hoy la industria produce entretenimiento electrónico interactivo, no simplemente videojuegos. Ustedes pueden ponerle la definición que más les guste, de modo que dejemos de pensar en “jugar” un título; y empecemos a forjar el valor cultural que los títulos que emanan de la industria se merecen. Como siempre, y una vez más, eso no surge de la industria, surge de sus consumidores y adeptos, el consumo responsable implica que pasemos, aunque sea por un momento, por cuestiones como estas.

Me encantaría escuchar (o leer) sus puntos de vista, y estos serán siempre bien recibidos.

Saludos a todos 

-Kuvertt-

2 comentarios :

  1. La verdad tenies razón.. los "juegos" como tales existen pero hay parte dentro de la industria que se ve enfocado a ser algo mas que "juegos".. el ejemplo de tener un trama tan interesante y con una estructura solida eso hace que veamos reflejado incluso en la industria del cine esos títulos que primero vimos y manipulamos en una consola casera o portátil.. Es muy cierto que si nos gustara la industria del espectáculo como son, novelas, artistas y ese tipo de cosas mucha gente incluso le toma seriedad.. lo que es injusto que cuando uno se sienta hablar de Pokémon o aportaciones que ha dado la industria de los video juegos o el entretenimiento electrónico como lo marcas... sea motivo de mofa o burla.. afirmando que ese tema es infantil por k son "juegos"... es como si yo junto con esas personas que hablamos de ciertos tipos de títulos en base a desarrollo, experiencia y de mas analizamos lo que la industria de los video juegos nos da.. hacemos mofa sobre aquellos que por ejemplo gusten del cine, hablen de los actores y su trayectoria. Siento que a las personas les hace falta ser mas tolerantes, no juzgar y señalar si no tienen el conocimiento sobre las materia que en este caso viene siendo la industria del entretenimiento electrónico o video juegos..
    Es mas probable que eso pase de aquí a unos 2 o 3 años por que? por que hoy en día me guste o no los smarthpones hacen al usuario común el hablar mas de video juegos por que sus dispositivos móviles ya tienen la capacidad de hacer correr "video juegos" y la gente inconscientemente se va familiarizando con el tema.. lo sé porque he visto a mi papá que es un capitán de barco ya por jubilarse hablando sobre ciertas aplicaciones y "juegos" que tiene instalado en su iPad con sus de mas amigos.. eso es una prueba irrefutable que en la industria de los video juegos hay cultura que muchos apenas están por descubrir y que bueno, no todos se indagan tan profundamente como nosotros pero si poco a poco va siendo tema de platica entre la sociedad.

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  2. Muy interesante el tema a tratar.

    Si, suena genial la idea de pensar que en un futuro se hable de "videojuegos" como se hablan de libros y/o películas. El problema que veo es que no se puede dejar de lado el hecho de que un juego implica la interacción con el usuario del medio que mencionamos.

    Una película o un libro puedes tomarlo y dejarlo en cualquier momento. A un libro le puedes poner un marcador y seguirlo leyendo cuando se te apetezca, igualmente una película en ciertos puntos le puedes poner pausa y seguirlo después. Además de que en las películas su duración es corta y te lo puedes "acabar" en unas horas.

    Un videojuego es todo lo contrario: Requiere no solo que pongas atención, sino que utilices tus manos y te concentres en el mismo. Debes superar desafíos con tu habilidad en el control, actualmente un juego dura una mínima de 20 horas los que tienen historia y profundidad, y no puedes "dejarlo" para retomarlo después, es muy difícil hacerlo pues pierdes el hilo.

    La idea suena genial, no lo dudo. Pero el problema es el que digo: Es un medio que requiere más atención y que muchos se excusan con el "No tengo tiempo para eso". Por lo puntos que expuse antes, les es más rentable ver una película o una serie que pueden retomar después, a un videojuego que necesitan continuar para ver el final.

    Es mi punto de vista. Yo creo que esa situación no se daría y sinceramente no quiero que se dé. No quiero que los videojuegos se conviertan en "películas interactivas".

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