Hablar de la Sinfonía de las Diosas, podría resultar aparentemente fácil. Sin embargo, decir cualquier cantidad de puntos de vista, sin tener la mínima capacidad de auto crítica es una tremenda falta de respeto a la franquicia misma.
Es por ello que quiero dedicar este pequeño espacio no para hablar acerca del concierto, o de los temas, o la organización; sino para hablar un poco del resultado del concierto sobre este, su seguro servidor.
Antes que cualquier cosa suceda, me gustaría decirles que apreciar en vivo una presentación de la Orquesta Sinfónica Nacional es una cosa espectacular, y si a eso le añadimos que se presentó para tocar música de la Leyenda de Zelda, entonces se vuelve una experiencia extraordinaria.
El arranque fue contundente desde el inicio. El footage que presentó Nintendo en aquel maravilloso E3 2011 anunciando la conmemoración de los 25 años de la franquicia sonaba con las mismas fuerzas con las que yo deseaba escucharlo en vivo. El recuento de 25 años de Zelda, Link y Ganon no tiene mayor explicación que las lágrimas que brotaban incontrolablemente de mis ojos alegres al sentirme parte de esa larga trayectoria.
Cada detalle de la Sinfonía estuvo pensado con el máximo detenimiento y con absoluta creatividad. La Sinfonía cuenta la historia de las tres diosas que le dieron forma al mundo. Din, Farore y Nayru, nos relataron musicalmente cuatro de las historias más trascendentes de la tierra de Hyrule. Ocarina, WindaWaker, Twilight, y Past son los cuatro movimientos que se narran por las tres diosas en las notas musicales de los intérpretes musicales. Sumándole Majora's para el puro gusto de quienes asistimos al evento.
Un intermedio se hizo necesario para que los músicos no perdieran la fuerza que les demandaba la responsabilidad de interpretar las partituras de tales aventuras épicas. Al retorno del intermedio, de la misma forma en la que tú, yo y cualquiera de nosotros regresamos a nuestra consola a continuar un juego guardado, nos recibieron con el tema de Great Fary's Fountain para que todos presionáramos Start y continuáramos con la travesía. La analogía fue evidente y treméndamente bien recibida.
El cierre del concierto nos sorprendió a todos. Ya fuera de la agenda la sinfonía, la directora alzó la batuta y los músicos, a su señal, iniciaron uno de los golpes más fuertes que recibí esa noche. La majestuosa composición de la Balada del WindFish llenó el auditorio de sonrisas obligadas, era claro, muchos no tenían ni la más remota idea que la música que se interpretaba en ese momento ponía frente a nosotros, en medio del escenario, a Marin cantando la balada.
Mientras en este plano, los músicos repetían ciclo a ciclo el tema con cada uno de los instrumentos que despertarían al gran pez sobre nuestros asientos. Al tiempo que el WindFish abría sus ojos en lo alto del auditorio, Marín se desvanecía en el escenario, devolviéndome la mirada hacia los músicos, quienes atenuaban el arte de su interpretación hasta silenciarla completamente.
Al terminar la breve melodía, la sensación de estar viviendo en carne propia el sueño de la sinfonía fue más impactante que nunca.
Todavía creo que si, al finalizar el concierto, alguien sigue preocupándose por que la Alta Definición se vuelva el standard de la industria, o que el alcance de procesamiento gráfico de las consolas de la próxima generación exprese cada milimétrico detalle de una imagen; entonces esa persona habrá tirado su dinero a la basura, asistiendo a un concierto del que no entendió ni si quiera el título del evento.
La Sinfonía de las Diosas es precisamente todo lo contrario. Es la recompensa a todos aquellos que hemos tomado con pasión el control de Link y lo hemos acompañado valientemente a través de sus aventuras hasta llegar al final de su propia historia. Es la recompensa de haberle prometido a Zelda rescatarla del sueño eterno, y haberle cumplido sin demora. La sinfonía es la recompensa por haber salvado las tierras de Hyrule para finalmente volver a quedarte sin un hada de compañía.
La Sinfonía de las Diosas es la mágica recompensa que recibimos por haber cumplido 25 años de videojugadores.
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